Tras dos largos años de trabajo y una millonaria inversión, la comunidad de Dalcahue, Chiloé, recibió de manos del arzobispo de Ancud, Juan María Agurto las llaves de la Iglesia Nuestra Señora de los Dolores completamente restaurada.
De este modo ya es un hecho que para época estival ya hay parte del patrimionio de la isla restaurado y los turistas puedan visitar.
Esta restauración integral consistió en desarmar toda la edificación mediante el retiro de cada tablón, viga y teja, piezas que fueron inventariadas y luego revisadas y tratadas individualmente con el objetivo de subsanar las patologías que se detectaran y determinar su reparación o reemplazo por piezas de madera de la mismo.
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