Si tienes un espíritu descubridor, el interior de las regiones Metropolitana y de O’Higgins te reserva sorpresas. La conjunción de la cordillera de Los Andes y de la Costa ha dado cobijo a pequeños pueblos, quebradas y valles por donde la modernidad pareciera haber retrasado el paso, dejando vivas las tradiciones campesinas.
Si tus intereses son cordilleranos, el Cajón del Maipo es la alternativa. Se inicia a sólo 15 km de la comuna capitalina de La Florida, orientación sureste desde el centro, por la ruta G-25, y culebrea cerro arriba entre faldones montañosos. Hay alojamiento, restaurantes, deportes extremos, termas y reservas naturales como El Morado.
Opciones culturales existen cerca de Rancagua, la capital de la región de O’Higgins, con el ex campamento minero de Sewell, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, inmerso en el corazón andino y que no tiene casi calles, sino escaleras. Pero si quieres ver en vivo el patrimonio cultural de esta región está Santa Cruz, donde las tradiciones campesinas siguen en pie y es común ver a sus habitantes vestidos con los trajes clásicos del “huaso” chileno.
Igualmente debes visitar el colorido poblado de Pomaire en el que expertos artesanos crean en greda, un tipo de arcilla ocre, ollas, tazas, platos y pequeñas esculturas que son característica histórica de este lugar. Igualmente hay que aprovechar y comer la “empanada de medio kilo”, festín sólo para golosos.
Estos paseos son factibles de realizar en una jornada, pero si prefieres conocer más a fondo los secretos de sus pueblos y valles, hay oferta de hospedaje en el Cajón del Maipo, buenos hoteles en Santa Cruz y en algunas de las viñas que forman la Ruta del Vino de Colchagua.
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