San Miguel de Azapa está en el estrecho valle de Azapa, zona que produce frutas tropicales, como las guayabas, aceitunas y flores pero además, guarda reliquias de antiguas culturas que habitaron la zona.
A unos 13 km de Arica, se llega por un camino asfaltado y de bonitos paisajes atravesados por el río San José. Esta ruta también está dominada por sitios de valor arqueológico, como las zonas de geoglifos y el pucará de San Lorenzo.
Otra de las atracciones del valle es el museo de San Miguel de Azapa. Administrado por la Universidad de Tarapacá, exhibe restos de 10 mil años de antigüedad pertenecientes a la cultura chinchorro, que se desarrolló antes de la llegada de los incas.
El pueblo también fue el lugar que escogieron para vivir los primeros esclavos negros que llegaron a Chile. A diferencia de las regiones del sur, el clima no les hizo daño y al ser libres, pudieron tener predios y sus propios cultivos. En San Miguel de Azapa, aún viven sus descendientes.
También hay hoteles donde disfrutar de la calma y las noches estrelladas. Hacen de buen parador para esperar alguna de las fiestas que hay durante el año, como el Carnavalón. Ésta ocurre en febrero antes de la cuaresma y se celebra en varios pueblos del altiplano. Se trata de un saludo a la Pachamama (tierra), al padre Inti (sol) y de enterrar al Ño Carnavalón, un personaje que asegurará un buen año al ponerlo a descansar rodeado de ofrendas para después despertarlo en la fiesta.
También hay tours que ofrecen recorrer el valle en bicicleta o a caballo. Pero sea cual sea tu medio de transporte, asegura espacio en tu bolso para las botellas de aceite de oliva extra virgen y las enormes aceitunas que llevarás a casa. Pruébalo todo, no te arrepentirás.
Fuente: Chile Travel
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