Esta hermosa casa emplazada en medio de una plantación de 3.600 plantas de lavanda, es uno de esos lugares de cuentos de hadas. El aroma que rodea y que se percibe en todo el ambiente, produce una sensación de calma y tranquilidad, ambas propiedades naturales popularmente conocidas de esta planta. Si a eso le sumamos la belleza, tanto de la plantación como de la acogedora casa de madera blanca perfectamente decorada, más las exquisiteces que se ofrecen como las mermeladas de arándano con lavanda, o el pie de limón y sus distintas infusiones naturales, la visita a este sitio se transforma definitivamente en una experiencia imperdible de la Región de Los Lagos.
Con un gran valor patrimonial, este pequeño salón de té, el cual requiere de previa reserva, es resultado de un hermoso proyecto de agroturismo sustentable, donde el cuidado de sus plantaciones de lavanda y arándano, son su principal preocupación y dedicación.
Dónde: Camino a Quebrada Honda, kilómetro 1.5, Frutillar, Región de los Lagos.
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