Entre los volcanes del macizo andino que se escalan en las cercanías de Pucón, el Quetrupillán es uno de los que cuenta con la preferencia de quienes aman vivir la montaña. Tanto de Pucón como de Villarrica parten salidas guiadas por profesionales; cada una de ellas es única e irrepetible.
Para realizar la expedición, debe acercarse a una agencia con experiencia en turismo de aventura en la ciudad de Pucón. Debe salir en una camioneta todo terreno y luego de una hora llegará al punto desde donde iniciará la caminata. Los guías dan una charla previa.
La primera etapa se realiza por un camino sin desniveles y de a poco se integrará en una zona arbolada. Cuando el bosque nativo se hizo más denso, se pueden reconocer algunas plantas, sus distintos verdes, troncos y hasta algún ave. Las ramas muestran a través de sus líquenes la pureza del aire.
Durante el camino pueden hacerse paradas para descansar, acomodar el equipo y encarar la última parte del recorrido, con acarreo volcánico. El Quetrupillán tiene 2.360 m.s.n.m. y en su cumbre hay un glaciar de formato mocho. Se encuentra inactivo y su nombre en mapuche expresa lo que estos sentían ante su presencia: “Diablo bramador” o “Diablo de pocas luces” lo llamaban en tiempos en que aún se encontraba activo.
Aunque ascender la cuesta no es fácil, la vista es maravillosa. Cuando finalmente se llega al borde del glaciar, puede apreciarse en su conjunto el llamado Cordón de Fuego de la cordillera de los Andes. Esta zona está conformada por los volcanes Lanín (el más alto), Villarrica y Quetrupillán.
Los anteojos prismáticos son de gran utilidad para ubicar los detalles de los volcanes Llaima, Sollipulli y Mocho-Choshuenco. A lo lejos, se ve el límite con Argentina gracias a la selva valdiviana con vegetación espesa y verdes increíbles.
Fuente: Welcome Chile
Discussion about this post