El Santuario está ubicado en los terrenos del observatorio AURA, perteneciente a la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía, quienes adquirieron los terrenos en la década de 1960, y desde entonces han procurado mantener las condiciones propicias para la investigación astronómica.
El nombre del sitio no es casual, ya que Gabriela Mistral fue siempre una enamorada del Valle del Elqui, su lugar de nacimiento, y aficionada a contemplar las estrellas desde allí.
Dada su condición de laboratorio natural, en el norte de Chile se encuentran emplazados, además de AURA, varios observatorios y telescopios de colaboración internacional, tales como el Observatorio Paranal -en donde se encuentra el Very Large Telescope– o ALMA, ambos proyectos de ESO, el Observatorio Europeo Austral. Es más, se estima que para el 2022 el 70% de los datos astronómicos se obtendrá en nuestro país
Este espacio ha servido además como modelo para otros observatorios, como el Cosmic Campground IDSS, en Nuevo México, Estados Unidos, Santuario similar al chileno y que fue establecido en 2016. La protección de la oscuridad de los cielos es fundamental para salvaguardar la investigación en las disciplinas asociadas a la astronomía y por ello en los próximos años debiésemos esperar la creación de múltiples Santuarios como estos.
La preocupación por proteger los cielos oscuros es un tema que en nuestro país comenzó a tratarse en la década de los ’90, sin embargo, actualmente existen nuevos riesgos -como las luces LED- que no solamente ponen en peligro la observación astronómica, sino también la salud de las personas y la naturaleza.
Fuente: ThisisChile
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