Sabemos que en Chile la picardía, el humor y la originalidad son características primordiales de nuestra cultura y tradiciones. Poseemos un lenguaje único, cargado de simbolismos, metáforas y referencias que solo podemos entender entre nosotros.
La originalidad del chileno se puede encontrar en todas partes, incluso a lo largo de la carretera, hallando diversos pueblos y localidades de nombres singulares y que nos dejan con la incógnita “¿Por qué se llamará así?”. A continuación te contamos sobre los orígenes de estos nombres, algunos provienen de lenguas indígenas, otros de anécdotas locales y otros simplemente no tienen explicación lógica.
Chigualoco: Un nombre que al decirlo en voz alta nos recuerda a una expresión extremadamente coloquial, causando risas entre quienes divisan su letrero. A pesar de lo informal que pueda sonar su nombre, su origen se encuentra en las raíces del pueblo Mapuche, ya que proviene del mapudungun “Chiway lafko”, lo cual significa “Neblina de Agua de Mar”. Vale la pena mencionar que está localidad también es la respuesta correcta sobre que hay “entre Tongoy y Los Vilos”, ya que se encuentra a solo kilómetros de Los Vilos, Región de Coquimbo.
Salsipuedes: Localidad ubicada en la Región de O’Higgins, en la comuna de Malloa. Sin lugar a dudas uno de los lugares más reconocidos del país cuando se habla de nombres singulares. El orígen de su nombre es una mezcla de sus condiciones geográficas y el humor. Antiguamente el único acceso a este poblado era a través de un pequeño puente, que durante las épocas de lluvia y debido a la crecida del río Claro, quedaba completamente cubierto y hacía muy dificultosa la entrada o salida del pueblo.
Peor es nada: Otro poblado en la Región de O’Higgins, dentro de la comuna de Chimbarongo. Según un profesor de la localidad, el orígen de este nombre es completamente anecdótico y data del siglo XIX. Un hombre acaudalado del sector un día decidió repartir sus tierras entre sus hijos; el lote más pequeño quedó para su hija y la única mujer entre los hermanos. Ante esta situación, en vez de indignarse, pero con cierta decepción, exclamó “Pero es nada”. Frase que fue repetida por los lugareños hasta que el lugar terminó siendo conocido bajo ese nombre.
La Calor: Ubicado en la Región del Maule, los oriundos de este lugar no tienen claro el origen de tan singular nombre, lo que sí recalcan es lo contradictorio que es en relación a las condiciones geográficas del lugar. En general es un sector de temperaturas no muy altas, que durante invierno sufre de fuertes lluvias y hasta nevadas. Contrario a lo que podríamos creer, su gentilicio es Calorenses y no “acalorados”.
Colico: No nos referimos a una molestia estomacal, estamos hablando de este poblado ubicado en la Región del Biobío. Al igual que Chigualoco, esta zona debe su nombre al mapudungún, el cual significa “Tierra Colorada”. La inspiración para este nombre se debe al particular color rojizo que tienen sus tierras.
Salto del Perro: Un nombre único e inocente que nos lleva a cuestionarnos cómo esta localidad en la Región del Biobío llegó a llamarse así. Al igual que muchos otras localidades en Chile, su nombre se debe a una entretenida anécdota que se corrío boca en boca entre los lugareños. El nombre se lo deben a un perro muy fiel, el cual decidió seguir a su amo a través de un río, saltando una distancia de aproximadamente 3 metros. Un hecho que sin lugar a duda llamó la atención de sus habitantes.
Purgatorio: Ubicada en las cercanías de Santa Juana, Región del Biobío, su nombre se remonta a épocas pasadas donde los caminos y accesos eran extremadamente difíciles. Era tanta la travesía de llegar a esta pequeña zona, que se decidía que aquellos que lo lograban purgaban todos sus pecados y culpas. Eran en total 2 días de caminata por diversos cerros y quebradas.
Pata de gallina: Son pocos los que pueden decir que viven en “Pata de Gallina”, un sector rural en la comuna de Contulmo, Región del Biobío. El origen de este nombre se debe a la bifurcación del camino que toma lugar en este preciso sector, donde tres diferentes rutas se cruzan, imitando el aspecto de una verdadera pata de gallina.
Punta del cerro: “Ándate a la punta el cerro”, es el dicho que muchas veces hemos escuchado o dicho cuando alguien simplemente nos desespera. Este pequeño lugar ubicado en la comuna de San Gregorio, Región de Magallanes, debe su nombre a que este es el punto en donde la cumbre San Gregorio comienza su elevación. Un pueblo que le hace honor al dicho, ya que se encuentra en una zona bastante solitaria.
Fuente: ThisisChile
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