
Las altas temperaturas que muchas ciudades de Chile enfrentan durante el verano son la excusa perfecta para disfrutar diversos brebajes que ya se han vuelto parte de las tradiciones del país. Acá te presentamos los más populares.
Mote con huesillo: El favorito por excelencia, el mote con huesillo se puede encontrar en casi todas las esquinas del país, en carritos que los ofrecen bien helado y en diferentes tamaños. Se trata de una preparación en base a duraznos deshidratados, jugo acaramelado elaborado con azúcar o chancaca, y mote (granos) de trigo cocidos. Todos estos ingredientes mezclados dan origen a esta famosa bebida, a medio camino entre bebestible y postre. Es tanto el fanatismo que en enero del 2008, en Osorno se elaboró el más grande de la historia. Fueron más de 500 litros de mote con huesillo con 60 kg de mote y 65 kg de huesillos.
Melón con vino: Otro clásico veraniego de Chile es el melón con vino. Se trata de un brebaje más bien artesanal que aún no se ha comercializado masivamente y, tal como su nombre lo indica, es vino servido dentro de un melón. Para preparar este refresco es necesario perforar la parte superior de un melón y quitarle toda la pulpa, que luego se muele y se mezcla con azúcar y vino blanco. Esta mezcla dulce se vierte en el melón ya ahuecado y se obtiene este gran clásico, que se ha hecho tan popular que ya cuenta con su celebración nacional que se realiza el 15 de enero.
Terremoto: Se dice que es una de las bebidas insignes de Chile durante las Fiestas Patrias, pero lo cierto es que el terremoto puede disfrutarse en cualquier época del año. Y es que su combinación de vino pipeño, granadina y helado de piña resulta perfecta para refrescar los calurosos días de verano. En Santiago, la picada por excelencia para disfrutarlo es La Piojera, que encapsula gran parte de lo que significa ser chileno.
Malta con huevo: Puede que la malta con huevo no sea tan popular como el resto de las bebidas en esta lista, pero aún así, tiene su reputación como bebida energizante para niños y mujeres embarazadas por sus altas concentraciones de fósforo, calcio y magnesio. También tiene fama de ser un buen remedio casero para la resaca. Al igual que la cerveza, la malta, el ingrediente principal de esta preparación, se extrae de la cebada, pero pasa por un proceso distinto. La preparación es simple: se mezcla la malta con el huevo y azúcar a gusto y está lista para servir. Se recomienda consumirla bien helada y con canela espolvoreada encima.
Fuente: ThisisChile
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