La neogótica catedral dedicada a San José, es la tercera versión de ese templo de Antofagasta. Los dos edificios anteriores de madera sucumbieron en incendios.
Antes que nada se levantó en 1872 una pequeña y modesta capilla de madera de laurel y el techo de caña, totora y barro, frente a la plaza Colón en el mismo lugar que se ubica la actual Catedral. En 1874, esa capilla fue desmontada y se construyó un primer templo con estructura de madera, con tres naves y un campanario al centro. Exteriormente estaba recubierto con planchas de fierro galvanizado. Ese templo duró hasta diciembre de 1880, “cuando estalló un incendio en la casa que ocupaba el Mercado que quedaba a los pies de la Iglesia, sobre la calle Latorre” (Silva Lezaeta), consumiendo toda la manzana, incluidos el templo y la casa parroquial, sacándose los muebles y los archivos. En junio de 1883 se colocó la primera piedra del nuevo templo, en el mismo terreno del edificio incendiado. En el templo de Antofagasta se hicieron servicios religiosos hasta 1906, cuando un nuevo incendio destruyó nuevamente esa manzana completa.(Galeno, 2009: 60)
La nueva iglesia fue proyectada en un principio por el arquitecto Luis Jacob, de la Sección de Arquitectura de la Dirección de Obras Públicas. De acuerdo al diseño de ese proyecto se iniciaron las obras en 1907, construyéndose los cimientos y la armadura de acero. Esas obras estuvieron a cargo del arquitecto Miguel Zamora. Luego se encomendó un nuevo proyecto al arquitecto francés, residente en Chile, Emile Doyère, también de la Dirección de Obras Públicas, el cual fue diseñado, bajo sus órdenes, por el arquitecto Carlos Reyes Prieto. Ese diseño se posó sobre los cimientos proyectados por Jacob. (Galeno, 2009: 60)
La obra fue dirigida por el arquitecto Homero Castro Nordenflycht y el contratista fue Cosme Zuvic. (González, 2009: 5)
Como manifiesta la historiadora María Teresa Ahumada, a medida que avanzaba la construcción, el padre Luis Silva Lezaeta gestionaba la adquisición de los elementos para el engalanar el templo. Entre esas piezas estaba la cruz de la torre, instalada en noviembre 1911; el altar mayor encargado a la casa de Roger y Cheuvir de París; los altares del Señor de la Buena Esperanza y el de María Inmaculada, hechos en Barcelona y arribados en mayo de 1910; los vitrales para las ventanas, encargados a la Casa de Meyer en Munich, llegado en marzo de 1911; el órgano traído de Alemania en noviembre de 1912 e instalado en julio de 1914; la fuente bautismal realizada por R. P. Santiesteban; las imágenes de San José y de Nuestra Señora del Rosario encomendadas a un señor Cerarús; y las tres campanas traídas de Coquimbo. Se puede agregar, que la puerta principal del templo se encargó a Cosme Zuvic, y fue hecha en roble americano con cerrajería de bronce macizo. Los estucos de la fachada los realizó el eximio maestro Antonio Carvajal. (Ahumada, 1982: 148-149)
El templo inaugurado en 1917, es un edificio organizado en tres naves, con evidentes influencias del historicismo goticista del francés Viollet-le-Duc, ideas que fueron introducidas en Chile por Doyére a partir de su llegada en 1890. (Galeno, 2012: 70)
El arquitecto Claudio Ostria y su equipo de investigación realizan una descripción del templo:
“(…) Presenta en su angosta fachada una torre central terminada en una aguzado tejado piramidal con ganchillos y cruz. Las naves laterales, se expresan en el exterior a modo de arbotantes. Completan el repertorio formal, la cantería que distingue el frontis, la arquivoltas ojivales en los vanos de puertas y ventana principal, vanos dobles y medallones en el cuerpo superior de la torre-campanario y pináculos secundarios también adornados con ganchillos. El espacio interior -de 45 m por 20 m- se ilumina cenitalmente por arcos apuntados y vitrales de origen germánico -traídos por Monseñor Silva Lezaeta- que poseen gran valor artístico, al igual que sus altares de madera, no obstante, haber sido remodelados. En el año 1999 fue sometido a exhaustivos trabajos de consolidación estructural y restauración. El 18 de mayo de 2013, fueron inauguradas las nuevas campanas fabricadas por la empresa alemana Rudolf Perner Gmbh & Co.” (Ostria et al. 2015) [1]
Como indica José Antonio González, en 1928 fue creada la diócesis de Antofagasta, siendo el primer obispo Luis Silva Lezaeta. A partir de ese momento el templo pasa a ser catedral.
Fuente: Creo Antofagasta
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