Bahía Exploradores, ubicada en Aysén occidental, es una bahía de aguas tranquilas y horizontes difusos que se pierden tras una espesa niebla. En ella convergen aguas provenientes de distintas fuentes, donde se fusionan sus colores y sabores. El ciclo lunar y el clima hacen que sus aguas no permanezcan inmóviles, puliendo y modelando un margen intermareal que define sus contornos. Su límite hacia el oriente se pierde entre mallinales atravesados por serpenteantes aguas y suelos blandos e inundables que varían su forma con estacionalidad.
Por el occidente, una morrena de arrastre glaciar separa lo que es la bahía con los fiordos que la siguen, quedando en forma de punta esta acumulación de sedimentos arrastrados por grandes masas de hielo que datan de hace unos trece mil años atrás. Hacia el norte y sur, está rodeada por densos bosques siempreverdes que cuelgan de laderas de abruptas pendientes, las que a veces quedan descubiertas por la presencia de un suelo rocoso que impide a los árboles echar raíces, y donde en los días de lluvia se transforman en verdaderas cascadas. Hacia las cumbres la vegetación se achaparra por el viento y clima, y la nieve alcanza a acumularse en épocas más frías.
La sola descripción de este lugar nos remite a un paisaje de ensueño, casi místico, incólume al ser humano, y es que hasta hace muy poco así era y existía como paisaje, más que por su visualización in situ, por las descripciones de algunos pocos exploradores que fueron modelando estos paisajes dentro de una memoria colectiva nacional y que hoy quedan accesibles a nuestros ojos. Tanto para los que quieran visitar este lugar presencialmente como para aquellos que quieran recorrerlo imaginativamente, les dejo aquí la descripción de una travesía por estas latitudes y parte de su historia.
La historia de Exploradores
Aysén presenta un territorio complejo. Su reconocimiento y conquista comienza desde su lado occidental, ya que es desde el agua y por medio de la navegación donde es posible establecer las primeras aproximaciones a este territorio. La primera comisión chilena para el levantamiento de estas costas fue el año 1870 con la expedición de Enrique Simpson. En este viaje se realizó un trabajo descriptivo enfocado en buscar lugares propicios para establecer puertos, determinar rutas, y relatar lo que se veía en el territorio con respecto a su flora, fauna, geografía, condiciones climáticas y sus habitantes. Este viaje es lo que marca el comienzo del conocimiento geográfico de la región de Aysén desde una mirada nacional
Le siguen luego nuevas expediciones que permiten ir dando a conocer otros aspectos del territorio. Destacan las realizados por el geógrafo alemán Hans Steffen durante los años 1892 y 1902, quien hacía narraciones y bosquejos de lo que veía; los trabajos realizados por el geólogo suizo Arnold Heim durante los años 1939 y 1953, quien documentó y describió los paisaje desde su mirada geológica, y por último, destaca la información gráfica y testimonial del explorador alemán Juan Augusto Grosse, quien durante los años 1932 y 1951 se propuso buscar y abrir nuevas rutas interregionales para mejorar la conectividad, entre ellas, la que buscaba unir el Lago General Carrera con Bahía Exploradores. (Si bien se trataba de exploradores extranjeros, estos fueron mandados por el Gobierno chileno).
La apertura de la ruta por Valle Exploradores
A pesar de que terminó de construirse hace no mucho (poco más de un año), la apertura de esta ruta comienza en la primera mitad del siglo XX. La primera vez que Grosse logra cruzar el valle Exploradores de poniente a oriente fue el año 1943, luego de varios intentos anteriores, adentrándose primero por su lado oriental (desde el lago General Carrera) y luego por su lado occidental (desde la Bahía Exploradores). Estas expediciones preliminares lo ayudaron a convencerse de que ambos extremos sí podían recorrerse de un punto a otro, atravesando por el valle. Cabe resaltar que no contaba con una cartografía que lo guiara en su andar, por lo que era preciso tener un ojo muy agudo de lo que iba observando, para orientarse e ir obteniendo conclusiones sobre la posibilidad de proyectar una ruta.
El Valle Exploradores se extiende en sentido transversal a la región, a la altura del paralelo 46° de latitud sur. Por él corren los ríos Tranquilo y Exploradores, sus aguas, que recorren el valle en sentidos opuestos, han sido el primer trazado de la ruta que lo atraviesa.
Fuente: Ladera Sur
Discussion about this post