Con más de 130 especies de aves, el Lago Budi es uno de los destinos turísticos más visitados de la Región de la Araucanía. Esto se debe no sólo por su diversidad de flora y fauna, sino también por su legado histórico y cultural que tiene el pueblo Mapuche. ¡Acompáñanos a descubrir esta ruta!
Desde tiempos precolombinos ha sido un lugar rodeado de asentamientos indígenas que se han dedicado a la pesca artesanal y a la agricultura. Hoy en día, el lago Budi se ha abierto al turismo, ofreciendo múltiples experiencias etno culturales con familias lafquenches que han abierto sus casas para recibir a viajeros de todo el mundo.
Una de las mejores experiencias que puedes hacer, es dormir en una ruca, la vivienda tradicional del pueblo mapuche. Los dueños te recibirán con un rico desayuno campestre y te enseñarán a tocar la trutuca que es una trompeta rústica de sonidos graves y estridentes. Te hablarán de sus profundas tradiciones ancestrales y te llevarán a conocer los lugares más privilegiados del lago Budi.
Está rodeado de dunas y colinas que serpentean el lago Budi y lo separan del océano Pacífico. Es considerado el único lago salado de Latinoamérica. Entre los juncales inundados, habitan cisnes de cuello negro, el cuervo pantano y diversas especies de aves, siendo uno de los destinos favoritos para los fotógrafos, ya que alberga el 30% de las especies de aves registradas a nivel nacional.
Es posible navegar en kayak por los brazos del lago Budi para contemplar la naturaleza, donde guías locales te enseñarán sobre el respeto y cuidado que ellos tienen por la tierra, las aguas, los animales y cada uno de los vegetales.
¿Y qué hay de la gastronomía en el lago Budi? Mezcla los productos de mar como el chupe de jaiba, salmón, empanadas de mariscos, con otras delicias de la cocina del pueblo mapuche. Destacan la cazuela y puré de verduras de la huerta.
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