Su gran cantidad de pueblitos, terreno agrícolas y actividades ligadas a sus atractivos naturales son el escenario perfecto para observar las tradiciones campestres con orígenes en la cultura diaguita.
Aquí se produce el Pajarete, un dulce vino típico, y deliciosas aceitunas para acompañarlo. Haz el recorrido de Olivos Centenarios y conoce la historia tras esta tradición que proviene de la época de Pedro de Valdivia. ¿Patrimonio? También lo encontrarás en el Valle del Huasco. Por ejemplo, aquí se encuentra la Estación de Ferrocarriles de Cachiyuyo, que en 1996 fue declarado Monumento Nacional, bajo la categoría de Monumento Histórico.
En el Valle del Huasco se produce uno de los fenómenos más increíbles del norte de Chile: el “desierto florido”. Cuando llueve, se puede observar el campo de flores desde Vallenar hacia la costa, pero sobre todo en el Parque Nacional Llanos de Challe.
¿Te gusta mirar las estrellas? ¡El Huasco cuenta con excelentes condiciones para la observación de los cielos!
Visita el Parque Nacional Llanos de Challe y su superficie de 45.708 hectáreas, creado con el fin de proteger la formación vegetal desierto costero del Huasco. Aquí encontrarás más de 220 especies distintas, algunas que solo se pueden encontrar en esta parte del norte de Chile.
Un clima templado, perfecto para los amantes del contacto con la naturaleza.
Fuente: Chile es Tuyo
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