En la costa, donde convergen las regiones de O´Higgins y el Maule, se encuentran ubicadas las Salinas de Cahuil y Boyeruca que bordean el estero Nilahue, uno de los actores principales en la producción de esta sal.
Se cree que las salinas han sido explotadas desde la época prehispánica, convirtiendo este oficio en un trabajo de generaciones y constituyéndose en un verdadero patrimonio histórico de las regiones de O´Higgins y Maule.
Las principales características de la sal de Cahuil son su color blanco, grisáceo y en ocasiones incluso levemente rosáceo o amarillento, suave al paladar y que a diferencia de otras sales no se apelmaza.
El proceso de producción de la sal comienza en primavera durante los meses de septiembre y octubre, tras el término de las lluvias y la bajada del nivel de agua del estero Nilahue, lo que permite que los salineros puedan limpiar las piscinas para posteriormente dejar subir el agua salada.
El agua del mar llega con la subida de las mareas, las que empujan el agua por cerca de siete kilómetros hacia arriba por el Estero Nilahue, el cual la lleva hasta las piscinas, también conocidas como cuarteles o sancochadoras, en este sitio el agua quedará encerrada para dar paso a la consolidación de la sal marina tras los procesos de decantación y evaporación por los que pasan las aguas en los distintos cuarteles.
Ya en verano comienza la extracción de la sal, etapa que normalmente dura hasta el mes de marzo, durante estos meses quienes visiten la zona podrán apreciar pequeños montes de sal pura brillando al sol.
Durante el año 2011, la Cooperativa Campesina de Salineros de Cáhuil, Barrancas y La Villa fue reconocida por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes del Estado de Chile, como uno de los Tesoros Humanos Vivos de Chile. Actualmente la Sal de Cahuil cuenta con Sello de Denominación de Origen.
Fuente: Travel Houndy
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