El nombre “parapente” surge del acrónimo entre las palabras francesas parachute (paracaídas) y pente (pendiente), este deporte surge a fines del siglo XX por iniciativa de escaladores y montañistas, que buscaban una forma de bajar volando en paracaídas, desde las cimas a las cuales habían ascendido.
En los cerros y dunas de Iquique es común observar como aventureros de todas las edades se atreven a surcar el cielo norteño. Iquique cuenta con condiciones idóneas para la práctica de este deporte, pues sus cielos son despejados y no presentan fuertes vientos, además de sus dunas, el escenario ideal para lanzarse y aventurarse al vacío.
Para practicar parapente, y sentir la sensación de volar por los cielos de Chile, no es necesario contar con experiencia previa, así como tampoco existe límite de edad, pues existen “vuelos biplaza o tándem” en los que el vuelo se realiza con pilotos especializados y de experiencia, pues el parapente biplaza se encuentra especialmente diseñado para transportar y soportar el peso de dos personas (piloto y pasajero).
Una de las empresas que realiza este servicio en Iquique es Oasisfly Parapente, además para aquellos que quieran aventurarse aún más en esta disciplina, también se ofrecen cursos de iniciación al parapente, en los cuales se busca lograr que los alumnos consigan la autonomía necesaria para volar un parapente. Otra de las empresas que ofrece vuelos tándem en Iquique es Puro Vuelo, la que cuenta con más de 10 años de experiencia en esta disciplina en el norte del país.
El valor promedio de practicar parapente y cruzar los cielos iquiqueños bordea los $45.000 por persona, e incluyen todo el equipo necesario para la seguridad y tranquilidad de los pasajeros.
Fuente: Travel Houndy
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