Inmediatamente consolidado su poder económico y terminada la Primera Guerra Mundial, incrementa y diversifica sus sociedades, trasladándose a Viña del Mar, donde adquiere en 1917 el predio El Olivar y realiza una serie de plantaciones de árboles y especies ornamentales, creando un parque para su disfrute.
El Jardín Botánico, como verdadero paseo y reservorio, es conocido también como “Parque del Salitre”, mineral del norte chileno que marcó toda una época por la riqueza que significó para el país y Baburizza.
A la postre, el terreno lo dona en 1931 a la Corporación de Ventas Salitre y Yodo, entidad que más tarde lo traspasa al Estado de Chile, quien en 1951 lo convierte en campo de experimentación y Jardín Botánico Nacional (D.S. Nº 188 y Nº 901).
La propiedad ubicada en camino El Olivar s/n sector El Salto, en la actualidad posee un total de 404,5 hectáreas de plantas agrestes, exóticas, ornamentales y nativas. En sus lomajes, laderas y quebradas predominan eucaliptos, ejemplares de latifoliadas, coníferas, espino, quillay, maitén, peumo, boldo, belloto del Norte, algunas palmas chilenas, arbustos, un rico sotobosque con helechos y musgos, como asimismo, gramíneas, orquídeas, huilles, alstroemerias y azulillo.
En tanto, en el “Jardín de las Islas Oceánicas” destaca vegetación de Isla de Pascua; 46 especies endémicas del Archipiélago de Juan Fernández, y más de 60 Cactáceas nativas.
El predio perteneciente al Ministerio de Agricultura ofrece un circuito interno de ecoturismo, cactáreo, a los viveros e “Islas Oceánicas”, además de Canopy y un sector de picnic campestre y otro de picnic seco.
Cabe destacar que el Jardín Botánico Nacional pertenece al “Botanic Gardens Conservation Internacional” y a la “Asociación Latinoamericana y del Caribe de Jardines Botánicos” y mantiene relaciones internacionales con más de 150 instituciones similares en los cinco continentes.
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